15 Abr La singularidad de una orquídea

Recibimos el encargo de reformar un dúplex en Sant Cugat. Nos pedían una vivienda luminosa, amplia, acogedora y cómoda.

Teníamos que mejorar el aprovechamiento de la luz natural, la comunicación entre espacios, el almacenaje y la sensación de amplitud en todas las estancias.

Convertimos el antiguo pasillo, plagado de molestas puertas y deficiente iluminación, en un amplio distribuidor que nos sirve de interconexión entre dormitorios y el resto de la vivienda. Volumétricamente hemos generado distintas alturas en el falso techo para eliminar el efecto submarino, así como el retranqueo de ciertos paramentos verticales que ayudan a potenciar la sensación de amplitud.

El Roble de lama ancha, tintado en blanco y barniz mate, combinado con el gris polar de las paredes y fusionado por las puertas y zócalos lacados en blanco, son los tonos y texturas que nos han ayudado a dar luminosidad y calidez a esta acogedora vivenda.